Tú tienes el Sol,
éste brilla dentro de ti,
en tu corazón,
en el medio de tu pecho.
Esa es la Luz de Dios que tienes en ti.
No dejes de brillar, enciéndela día a día.
Siente que esa Luz está en ti,
y poco a poco podrás entender
la Verdad del Ser que eres en realidad.
Melkizedek