Esta María aquí y dice: “¡Mira!”
Y veo Rosas en los Pies de cada uno.
Me dice: “Estas Rosas son para tu Camino.
Para que el Camino que ustedes eligieron sea un Camino de Amor siempre.
Que nunca tengan espinas, porque esas Rosas las he cultivado para ti sin espinas, porque son Rosas de Amor.
Siempre recuerda que eres un Simiente de la Luz Encendida, que lleva la Luz de Dios Encendida en tu Corazón.
Nunca busques el Amor fuera de ti, búscalo en tu interior.
Cuanto más Amor hay en ti, más Amor hay para dar y para recibir.
El Amor es como un búmerang: va y vuelve multiplicado.
Cuando tú tienes Amor para dar y recibir, todo florece como Rosas del Amor alrededor de ti.
¡Eso nunca te lo olvides, siempre recuérdalo!
Y recuerda algo infinito: Tú eres Amor.
Tú eres una Partícula Divina de Dios-Amor en la Tierra.
Tú has sido Creado con Amor, esa es la Esencia.
Siente la Esencia del Regocijo, porque el Amor nunca se irá de ti.”