Gaia me habla.
“Estoy enojada niña, por los hombres que no me Aman y tocan mi Esencia.
La Naturaleza es mi Esencia, y ellos ponen cosas que son como virus que activan y crean fuerzas que no son de mi, de mi Esencia.”
Cristina dice: “¿Que podemos hacer?”
“Ayudadme a sanar.
A sanar esos hijos, que no son tales, que viven dentro de Mi.
No son hijos de mis tierras, más bien vienen a destrozar la Esencia de Luz dentro de Mí para que no me pueda transformar.
Ahora la Humanidad debería transformarse y Yo renacer como la Nueva Tierra, donde solo vibre la Esencia más sutil del Amor.
Ayuden a despertar.
Ayuden a que puedan sacarse los velos.
Ya la gente no mira al cielo, sus corazones no vibran con la Naturaleza.
Solo miran una esencia que es corrupta, no amigable, a través de cosas armadas por humanos para tener el poderío de la Tierra. Un poderío que es de Dios.
No me cuidan más, ni ven mis atardeceres, mis amaneceres no son esperados, porque son como robots que miran creaciones inútiles que colaboran en contra del Despertar. Pantallas que los obnubilan y no pueden ver su realidad.
Ayuden al Despertar.
El Despertar de la Humanidad.
Honro a mis hijos que aún están despiertos a pesar de todo y que viven el Amor y que ven la Verdad.”